EL BATÁN, México, 12 de octubre (CIMMYT) – Las mujeres rurales desempeñan un papel fundamental en aumentar el desarrollo agrícola y rural, mejorar la seguridad alimentaria y erradicar la pobreza rural.
Aportan innumerables beneficios a los sistemas agrícolas en todo el mundo, en todos los niveles de la cadena de valor y, sin embargo, sus contribuciones no suelen ser reconocidas. Este año, con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales (IDRW) que se celebra el 15 de octubre, el Programa MAÍZ del CGIAR (MAIZE) quiere rendir homenaje a las significativas contribuciones que las mujeres hacen a la agricultura en todo el mundo, compartiendo, en nuestros canales de medios sociales, fotos e historias tomados de nuestro libro titulado “Portraits of Women Working with Maize in Mexico”.
El libro pretende resaltar las aportaciones, a menudo desapercibidas, que hacen las mujeres al bienestar de sus familias, comunidades, países y del mundo por medio de la agricultura.
“Como parte de su énfasis en contribuir a la igualdad y equidad de género en la investigación para el desarrollo, MAÍZ aumentó su inversión para expandir la base de la evidencia en torno a cómo las normas y las relaciones de género se interrelacionan con las prácticas y la innovación agrícolas, y las implicaciones de esto en la investigación y el desarrollo agrícolas”, opina Lone Badstue, líder estratégica de investigación sobre género del CIMMYT, quien trabaja también con el CRP MAÍZ, administrado por el Consorcio de Investigación Agrícola del CGIAR.
“Este documental expande estos esfuerzos al describir el lado a menudo olvidado de la subsistencia basada en el maíz en México, por medio de imágenes y de los testimonios de diferentes mujeres que, en sus propias palabras, narran su vida como agricultoras, amas de casa, artesanas y vendedoras”.
Garantizar la seguridad alimentaria y el sustento de las mujeres rurales es la meta central de muchos de los proyectos y actividades de MAÍZ.
El estudio de género del CRP MAÍZ denominado GENNOVATE, puesto en marcha en 2014, tiene como objetivo integrar diferentes aspectos del género en las actividades de MAÍZ con el fin de servir mejor a las mujeres rurales a medida que vayan adoptando las tecnologías agrícolas.
En 2014, MAÍZ implementó también el proyecto “Gender Matters in Farm Power” (El género sí importa en la mecanización agrícola), que es coordinado por el Instituto Real Tropical (KIT) y que explora las oportunidades para empoderar a hombres y mujeres por medio de mecanización a la escala apropiada. Hay otras actividades que incluyen iniciativas para integrar el género en la selección participativa de variedades, la elaboración de una estrategia para crear sistemas de producción de semilla de maíz e iniciativas para integrar el género en los servicios de asesoría y en el establecimiento de pequeñas empresas(CIMMYT).
La participación de las mujeres rurales es crucial para el éxito del CRP MAÍZ.
Su fe al sembrar nuestras nuevas variedades y aplicar las prácticas agronómicas recomendadas por MAÍZ las convierten en modelos a seguir en sus comunidades, ya que trabajan como “científicas anónimas”. Son ellas las que, con su participación activa, concretan la investigación de MAÍZ en el campo, ensayando sus productos y prácticas agronómicas y determinando si son viables para sus vecinos; son ellas las que preparan el camino para que los pequeños agricultores del mundo utilicen esos productos y prácticas correctamente y se beneficien de ellos.
Su retroalimentación es esencial, ya que no podemos lograr nuestra meta de aumentar de manera sostenible la producción de alimentos para los 900 millones de consumidores de bajos recursos para quienes el maíz es un alimento básico, sin primero cerrar la brecha del género en la agricultura.
Según datos de la FAO, si las mujeres agricultoras tuvieran los mismos derechos y las mismas oportunidades que los hombres, la producción de sus parcelas aumentaría en alrededor de 20 a 30% y sería posible alimentar a 150 millones de personas más en el mundo. Esto hace que las mujeres rurales se encuentren entre nuestros más grandes colaboradores en la lucha por erradicar el hambre y la pobreza.
Les invitamos a que esta semana compartan con nosotros sus propias fotos e historias de mujeres rurales utilizando la etiqueta #IDRW y contribuyan de esta manera al diálogo mundial sobre las “científicas anónimas”. Es una manera de reconocer a nuestras colaboradoras “tras bambalinas”, cuya labor es crucial para el éxito de nuestra investigación y nuestros proyectos, y quienes trabajan todos los días para proteger y promover la seguridad alimentaria mundial: las mujeres rurales.
LIBRO: Portraits of Women Working with Maize in Mexico
http://repository.cimmyt.org/xmlui/bitstream/handle/10883/4478/57042.pdf?sequence=1